RESETEANDO LA MÉDULA DE LA CASA DEL CABALLERO CALATRAVO

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Hay veces en la vida en la que tienes la necesidad de compartir cosas y plasmarlas en papel; me ocurrió cuando nació mi hija y me ocurre ahora, en otro momento de mi vida en que confluyen dos situaciones que marcan un antes y un después en mi historia personal: resetear la médula de mi compañero de vida y resetear también desde la médula una casa emblemática…
Aunque la situación de mi marido surgió en agosto de 2019, su relación con esta casa se remonta a 30 años antes, cuando la visitó con su abuelo Máximo y, literalmente, se enamoró de ella, me llamó por teléfono  y me dijo: «he visto la casa de mis sueños».
Años después se da la oportunidad de adquirirla, aunque ya no conservaba su belleza,  sí su esencia. Y es aquí cuando surge la unión en el tiempo el día 20 de agosto de 2019, fue un día  alegre por firmar las ansiadas escrituras pero a la vez triste por no poder compartir ese momento con Pedro (así se llama mi marido); he de agradecer a algunos amigos que me hicieron más llevadero este trance, me hicieron reír y olvidar lo que estaba por venir…
Pero después de introduciros en la historia…., os diré que yo no conocía la casa, simplemente firmé el sueño de Pedro, al cual le prometí  que no entraría  en la casa hasta que el no pudiese acompañarme, y así fue… Podéis imaginar la emoción el día que entramos en ella, la sensación fue increíble, pero a la vez inquietante, pensar: «Dios en la que me he metido», pero fue ver como Pedro, aún  convaleciente disfrutaba de diseñar en su imaginación cada estancia………, sólo pensé, quedará  genial!!!!!
Desde finales de septiembre de 2019, hubo tardes de retirada de hojas, ramas, escombro, acacias que rasgan por el viento, y amenazan lo poco de estructura que queda,  muchas lagrimas por la incertidumbre de la situación de Pedro  y alegrías por contemplar  lo que se iba apareciendo cada vez que retiraba un montón de basura……..
Hoy después de meses de quimioterapia y malos momentos, comenzamos una nueva etapa en la enfermedad y como no podía ser de otro modo, también comenzamos con la rehabilitación del poco tejado que queda en la casa, de nuevo coincidencia en el tiempo… Quién sabe será el destino que vuelve a unir de nuevo las dos cosas!!!!
¡A partir de ahora quiero compartiros la historia de esta maravillosa casa!