Ya comenté en la primera entrada que yo no había estado jamás en la casa, fue el 26 de agosto de 2019 cuando después de recoger a Pedro del hospital, tras haber recibido un diagnóstico digamos «complicado», cuando decidimos ir a Pastrana a que la conociera. El viaje fue entretenido, estuvo lleno ideas para la casa y miedos por lo que nos acababan de contar, pero con unos objetivos claros: la recuperación de ambos, Pedro y casa.
El momento de atravesar el umbral de esa puerta tantas veces fotografiada y con tanta historia….apareció ante mí algo maravilloso, aunque la sensación fue la misma que ante el diagnostico: «muy complicado», pero fue ver a Pedro, subiendo por los escombros con tanta energía, después de estar un mes ingresado, que quién dijo miedo!!!!!!
Os quiero compartir cual fue mi primera impresión y ya me diréis, sino tengo razón con el nombre que elegía para la casa……
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Esto es lo que queda de un maravilloso patio Una de las 4 columnas que han sobrevivido al paso del tiempo, pero que ha sido recubierta por la vegetación Restos de columnas Parte posterior de la casa, declarada ruina La puerta de entrada a las bodegas, sepultada por el escombro Una columna que soporta la historia de una casa Por desgracia el anterior propietario no respetó la belleza de los patios castellanos Y por último los dos inquilinos que han residido en la casa en las últimas décadas, Pepe y Juan, dos murciélagos
Después de ver las imágenes podréis comprender que el nombre que mejor describe la casa sea «JUMANJI», aún espero que aparezcan elefantes y rinocerontes por el salón…..
Pero poco a poco irá recuperando su belleza, y os lo iré contando.
La casa será maravillosa!!!!
Que graciosos los murciélagos.
Menuda ruina!!!!!!